Las imágenes hablan por sí solas. La presa de La Boca, en Santiago Nuevo León, en antaño uno de los paseos más concurridos de las familias regiomontanas, con sus restaurantes de mariscos y sus paseos en catamarán, ahora sólo muestra un paisaje desértico y desolado, al haber perdido gran parte de su capacidad.
El problema del agua en México es una realidad alarmante, y nos demuestra como la combinación de sequías producto del calentamiento global, y una mala gestión del agua nos pueden poner en una situación de crisis que puede traer grandes consecuencias económicas y de salud.
El caso de Nuevo León y de la Presa de la Boca es uno de los más paradigmáticos en este 2022, pero en otras ciudades del norte, como Torreón, Coahuila, el problema de la escasez de agua ya es una realidad que sólo se viene agravando año con año.
¿Por qué hay escasez de agua?
El calentamiento global es uno de los retos más importantes que enfrenta la humanidad en este siglo XXI. Y aunque los gobiernos siguen sin prestar la debida atención, sus consecuencias ya están aquí, afectando nuestras vidas. Las cada vez más persistentes sequías han golpeado al territorio mexicano acabando con las reservas de los acuíferos.
“El país se calienta más rápido, las olas de calor se intensifican, los glaciares de los volcanes se derriten. Nos quedamos sin agua porque ya no hay. Y la poca que hay, se distribuye mal”, menciona Maria Reyes, activista mexicana por la justicia climática en Fridays for Future, en un texto para Voices of Youth, de la UNESCO.
Y es que, además de los problemas ambientales, la mala gestión del agua y la corrupción ha quedado patentes a través del acaparamiento por parte de distintas empresas que cuentan con un acceso privilegiado a las fuentes de agua, desde compañías de ganadería extensiva, hasta mineras y empresas textiles
Nuevo León: más pozos y presas
Si bien muchas de las causas de raíz siguen sin ser atendidas, el tema del agua ya es uno de los más importantes en la agenda de gobiernos estatales como los de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas.
Hace unos días se dio a conocer que el gobierno de Nuevo León y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), trabajarán coordinadamente para compensar la disminución del nivel de la presa La Boca. Para ello se perforarán pozos, se reactivarán otros que permanecen fuera de servicio y, adicionalmente, se equiparán y rehabilitarán otros más para aportar a corto plazo un estimado de 2 mil litros por segundo.
Además, se tiene contemplada la construcción de la presa Libertad, con la que se espera abastecer de agua a la zona conurbada de Nuevo León. Y se apoyará a las autoridades municipales en la atención de las fugas en las redes de distribución de agua potable locales y en la modernización de los distritos de riego.
Coahuila: la polémica del programa Agua Saludable
En el caso de la región Laguna, entre los estados de Coahuila y Durango, se ha impulsado el proyecto Agua Saludable, donde se busca mejorar la calidad y el abastecimiento de agua para 1.5 millones de habitantes a través de la sustitución de agua del acuífero por agua del Río Nazas. El proyecto incluye la construcción de una presa derivadora, una planta de bombeo, una planta potabilizadora, acueductos, tanques de almacenamiento y ramales de distribución.
Sin embargo el proyecto, promovido desde el gobierno federal, no ha estado exento de polémicas, por lo que existen varios amparos que mantienen trabado su avance. Entre las críticas se cita que algunas de sus instalaciones se construirían dentro del área protegida del Cañón de Fernández, además de ser un proyecto que sigue sin atender problemas como la presencia de arsénico en el agua de la región y el favoritismo en concesiones de agua a importantes empresas ganaderas.
El hombre que soñaba bajar agua de las montañas
Aunque planes y proyectos gubernamentales para solucionar el problema del agua no han faltado a lo largo de los años, tampoco han faltado iniciativas ciudadanas. Algunas quizá utópicas, pero que sin embargo han recibido cierta atención y análisis por parte de distintas autoridades.
Mario Enrique Vázquez Ávila fue autor del Plan MEVA, una iniciativa que buscaba desviar el cauce de los ríos San Lorenzo y Piaxtla en la Sierra Madre. Luego construir represas en los ríos de la zona de Durango y Coahuila, y llevarlos hasta La Laguna de Mayrán, para recargar los acuíferos.
Por más de 50 años, Vázquez se dedicó a difundir su plan, hasta su fallecimiento en 2010. Sus ideas aún siguen dando vueltas entre ciertos políticos y gestores que buscan una solución al problema del agua. Aunque muchos de sus planteamientos siguen siendo inviables, sigue siendo una figura Quijotesca en una región que sigue buscando respuestas a su permanente sed.