El Día de la Mujer Indígena se celebra cada 5 de septiembre y este nombre se vincula a esta fecha.
Por: Laura Puentes
Cada 5 de septiembre se celebra el Día de la Mujer Indígena y un nombre en especial sale a relucir en esta fecha. ¿Quién fue Bartolina Sisa y por qué se le vincula a esta conmemoración? Ella es tal vez uno de los personajes más importantes para las comunidades indígenas.
¿Quién fue Bartolina Sisa?
Sisa, junto a Tupac Katari, su esposo, fue parte de las rebeliones que se presentaron en el siglo XVIII contra el dominio español en territorios que hoy constituyen Perú y Bolivia.
Una de las luchas más importantes, que se gestó entre 1781 y 1782, fue protagonizada por la pareja, que se opuso a la opresión y violencia que sufrían los indígenas.
De acuerdo con Fernando Cajías, historiador y profesor de la Universidad Mayor de San Andrés y de la Universidad Católica Boliviana, Sisa desempeñó un liderazgo militar y político ya que, hasta el día de hoy, las autoridades originarias tradicionales ejercen la autoridad por pareja. El mallku es la autoridad masculina y la mama t’alla es la autoridad femenina.
El historiador Cajías explica que, cuando el mallku tiene que ausentarse, “no queda un vicemallku”, sino que la mujer asume el mando.
Y eso fue lo que hizo Sisa, quien fue ungida como la reina de los aymaras, la virreina del Inca.
Un final cruel
Bartolina cayó prisionera en plena sublevación, algunos historiadores señalan que posiblemente fue traicionada.
En ese momento de la historia, las mujeres desempeñaron un papel muy importante porque, explica Cajías, “existe un criterio según el cual es más importante la alcurnia que el género”.
A Sisa la interrogaron sobre la razón de la rebelión, a lo que ella contestó: “Para que extinguida la cara blanca sólo reinasen los indios”.
Se dice que su esposo intentó rescatarla en muchas ocasiones e incluso se cree que llegó a ofrecerse a cambio de su liberación.
Aunque el cerco duró más de cien días, la llegada de refuerzos para las tropas españolas hizo que Katari se tuviera que replegar. Y una madrugada cayó preso.
“El 14 de noviembre, Bartolina Sisa fue obligada a presenciar el descuartizamiento público de Túpac Katari en la plaza de Peñas”, señala el artículo: ¿Quién fue Bartolina Sisa y por qué se le recuerda en esta fecha?, publicado en el sitio de Servindi, una organización no gubernamental con sede en Perú que se identifica con las aspiraciones de los pueblos indígenas u originarios.
Paso a la inmortalidad
El 5 de septiembre de 1782 se dictó la sentencia contra Bartolina Sisa. El fallo del oidor Francisco Tadeo Diez de Medina la condenaba a “una pena ordinaria de suplicio”.
Fue sacada del cuartel a la plaza mayor, atada a la cola de un caballo con una soga amarrada al cuello. Llevaba una coraza de cuero y plumas. Llevaba también en sus manos un aspa afianzada sobre un bastón de palo.
De esta forma fue conducida a la horca. Su cabeza y manos fueron clavadas en picotas con el rótulo correspondiente, y se fijaron para que el público escarmentara en los lugares de Cruz Pata, Alto de San Pedro y Pampajasi.
Mujeres llenas de tradición
En recuerdo de Bartolina Sisa, cada 5 se septiembre se conmemora el Día de la Mujer Indígena, pues son las mujeres quienes custodian las tradiciones y los recursos naturales de sus comunidades
En nuestros días las comunidades indígenas siguen siendo marginadas y vulneradas en el mundo, donde la carencia en servicios como la educación y la salud es algo presente.
La restricción del acceso a su participación y la justicia, profundizan la situación de desigualdad estructural y las múltiples formas de discriminación previa que ya sufrían, y que afecta gravemente sus oportunidades y el ejercicio de sus derechos en igualdad de condiciones.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas, más de 23 millones de mujeres indígenas de América Latina enfrentaban una situación de desigualdad y ya sufrían persistentes brechas de género y la discriminación intersección, incluyendo el acceso desigual a la educación, el trabajo, la tierra y la participación en América Latina antes de la COVID-19.
Sin embargo, siguen siendo una muestra fuerte de resiliencia que, a pesar de las barreras sociales y políticas que existen, buscan preservar la cultura y cosmovisión con la que han crecido a lo largo de tantos siglos.