La científica que desentrañó los secretos del ADN

Aunque el trabajo de Rosalind Franklin fue vital para descubrir la estructura del ADN, todavía hay polémicas por la manera en que otros investigadores reconocieron sus aportes. Tampoco pudo recibir el Premio Nobel debido a una muerte prematura.

Por: Amonite

Aunque el trabajo de Rosalind Franklin fue vital para descubrir la estructura del ADN, todavía hay polémicas por la manera en que otros investigadores reconocieron sus aportes. Tampoco pudo recibir el Premio Nobel debido a una muerte prematura.

Por: Laura Puentes

Ilustración: Carolina Robles

En el Londres de 1920, en medio de una moderna familia judía, nacía una niña. Esta pequeña recibiría el nombre de Rosalind Franklin. Sin embargo, nadie se imaginaba que dentro de unos años, ella sería parte fundamental de uno de los descubrimientos científicos más importantes de la historia. 

Rosalind no solo disfrutaba jugar, sino que tenía una cualidad que destacaba en su personalidad: le gustaba discutir, pero no en el sentido de pelea, sino que se negaba a aceptar una afirmación o una creencia para la que no hubiera una lógica o una prueba que la demostrara como válida. 

La pequeña Rosalind Franklin siempre fue muy lógica y muy exacta, peculiaridad que la hacía destacar en su familia y que todos notaban en ella. Esto causaba mucha admiración porque su inteligencia era innegable. 

La joven Franklin estudió química en la Universidad de Cambridge, trabajó en un laboratorio químico en el París de la posguerra y en 1951 empezó a trabajar para el King’s College de Londres ya como experta en cristalografía de rayos X. 

Desentrañando los secretos del ADN

Fue durante su estancia en King’s College cuando Rosalind Franklin empezó a experimentar con la difracción de rayos X para estudiar la molécula de ADN y al poco tiempo consiguieron la icónica “Foto 51” junto a Raymond Gosling, un estudiante de doctorado que colaboraba con su departamento, y que confirmaba la estructura doble helicoidal del ADN.

Pero además de la fotografía, la científica registró en sus cuadernos de laboratorio mediciones y observaciones precisas que serían decisivas para el avance de la ciencia.

Analizó las distancias relativas de los distintos elementos repetitivos en una molécula de ADN. También anotó detalles que sugerían que la molécula de ADN constaba de dos partes iguales y complementarias.

La inform

Realizar estos estudios tuvo sus complicaciones, pues Rosalind tuvo que aguantar la  incomodidad y el aislamiento social que su compañeros le aplicaban en el laboratorio del King’s College por el simple hecho de ser mujer.

Pero, no solo fue la exclusión la que no permitía que Franklin demostrara todo lo que podía aportar a la comunidad científica, sino que su compañero de laboratorio Maurice Wilkins compartiría con Jim Watson, de la Universidad de Cambridge, los resultados de su investigación de una manera que todavía es motivo de polémicas.

Foto 51 de Rosalind Franklin y Raymond Gosling

Fue así como la “Foto 51” y los cálculos de la joven científica se convirtieron en la pieza clave del rompecabezas que le faltaba a Watson y a su compañero investigador Francis Crick para formular su hipótesis sobre cómo debía ser la estructura del ADN.

Así, gracias al trabajo de Franklin y a sus propias aportaciones, los dos científicos de la universidad de Cambridge construyeron el primer modelo correcto de la molécula de ADN, con una doble hélice.

El Nobel que nunca llegó

Pero para cuando salió el artículo científico en la revista Nature, en abril de 1953, Rosalind Franklin ya había dejado el King’s College y su investigación sobre la molécula del ADN para empezar a trabajar en la universidad Birkbeck de Londres.

En 1962, Watson, Crick y Wilkins recibieron el premio Nobel de Medicina por su investigación sobre la molécula del ADN, pero la científica británica había fallecido por cáncer de ovario en 1958, a los 37 años, por lo que nunca fue reconocida con el premio, ya que no se puede otorgar de manera póstuma.

De haber seguido con vida, el comité debería haber reconocido también la contribución de Rosalind Franklin a la ciencia, dado que estaba al mismo nivel que el de sus colegas.

Hoy en día Rosalind Franklin, se ha convertido en una inspiración para que otras mujeres quieran ser científicas e incentivarlas a trabajar en estas áreas a pesar de todas las trabas que puedan existir, en especial por el machismo que siempre ha imperado en esta comunidad. 

Así que no detengas tus sueños, porque un día podrías ser esa mujer que haga un descubrimiento que cambie nuestra vida para siempre. 

Referencias:

Rosalind Franklin, la olvidada científica detrás del descubrimiento de la estructura del ADN, uno de los más importantes para la medicina moderna – BBC News Mundo