El primer ser vivo que viajó al espacio fue una perra rusa llamada Laika. Fue recogida de las calles porque los astronautas notaron que era fuerte y resistiría a cualquier clima.
Su nombre original era Kudryavka, que significa “Pequeña de pelo rizado”. Fue escogida porque pesaba seis kilos y era más lista que muchos de sus amigos.
Así que el 3 de noviembre de 1957, la montaron arriba del Sputnik II, la segunda nave en ser lanzada al espacio, desde donde Laika vio la tierra desaparecer. Durante el viaje la escucharon ladrar, tal vez fue cuando vio las estrellas brillar. Y nunca más supieron de ella.
La URSS practicó 29 vuelos espaciales con perros entre julio de 1951 y septiembre de 1962. Estos experimentos sirvieron para que el 12 de abril de 1961, Yuri Gargarin fuera enviado al espacio.
Para saber más:
Laika, la ‘perra del espacio’ que impulsó la carrera entre Rusia y EE UU – El País