Texto: Quitzé Fernández
Ilustración: Daniel Galindo
Locución y audio: Felipe Perales.
Un hombre llamado Isaac Newton vivía en una granja lejos de la ciudad. No le gustaba hablar con la gente. Prefería hacer preguntas que nadie respondía. Cálculos matemáticos que le ayudaran a entender la vida y lo que había en el espacio.
Se fue quedando solo con sus pensamientos, respirando la vida que sale de las flores en primavera.
Alguna vez, allá por el año 1600 (antes del Internet y las tablets, incluso mucho antes de la televisión), descansaba bajo la sombra de un árbol y una manzana cayó de las ramas. Extrañado, miró la luna que apenas asomaba, preguntándose: ¿Por qué cae la manzana y la luna no?
Así planteó la Ley de la Gravitación Universal, esa que dice que todo lo que habita en este mundo tiene una característica llamada gravedad, la cual nos mantiene con los pies en el piso, y que ha servido para el descubrimiento de los planetas.
Con esas preguntas, y otras que iban surgiendo, Isaac se hizo eterno.
¿Por qué cae la manzana y la luna no?
Estimados
Los felicito por la creativa manera de presentar el pensamiento científico, la duda metódica de Descartes en el pensamiento de Newton, excelente voz.
Abrazos Quitzé.
Toda gran idea inicio con una simple pregunta! Muchas gracias por recordárnoslo. Seamos curiosos