Investigadores españoles descubrieron una garrapata encerrada en una piedra ámbar que tiene alrededor de 105 millones de años.
Un grupo de investigadores españoles, al mando del paleontólogo Enrique Peñalver, descubrieron una garrapata encerrada en una piedra ámbar que tiene alrededor de 105 millones de años de antigüedad (periodo cretácico). En esa piedra, además, hay encerrados otros 40 bichos.
—Es la más antigua del mundo. Queremos demostrar por primera vez la existencia de sangre de dinosaurio en un parásito —dijo el paleontólogo Xavier Delclòs, investigador del equipo de Enrique Peñalver.
La piedra fue encontrada en una cuneta de la carretera de acceso a la cueva de El Soplao, a 80 kilómetros de Santander, España. En aquel entonces el lugar era una isla donde vivían dinosaurios.
Además de este hallazgo, descubrieron casi al mismo tiempo otra garrapata de 99 millones de años de antigüedad en la pluma de un dinosaurio. Enrique Peñalver, del Instituto Geológico y Minero de España, cuenta:
—Las garrapatas actuales pueden chupar la sangre de un reptil o de un mamífero, son oportunistas. Es muy probable que las del Cretácico también lo fueran.
El ámbar es como las fotografías de hace millones de años; en él quedan recuerdos del pasado. Por lo pronto imaginan, como el zoólogo Antonio Arillo, de la Universidad Complutense:
—La garrapata quizá cayó de un árbol. Quizá cayó de un nido de dinosaurio.