El 11 de febrero las Naciones Unidas celebran el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, un día que nos sirve para reflexionar que aún falta mucho por hacer en cuanto a igualdad de género dentro de los campos de la ciencia y la tecnología.
Según datos de la UNESCO, sólo el 30 por ciento de las mujeres a nivel mundial escogen una carrera relacionada con ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas. Por eso, en Amonite quisimos contarte las historias de algunas mujeres latinoamericanas que eligieron ese fascinante camino.
Adriana Ocampo Uría (Colombia)
Seguro sabrás que los dinosaurios se extinguieron luego del impacto de un enorme asteroide sobre lo que hoy es la península de Yucatán, hace 65 millones de años. Una de las que ayudó a estudiar mejor este fenómeno fue la geóloga colombiana, quien observó que una parte de los cenotes de la zona estaban relacionados con el enorme cráter que dejó el asteroide.
Adriana estudió geología en California y estudió su doctorado en Holanda, y sus investigaciones han ayudado al estudio de la superficie de marte. Actualmente lidera el proyecto de exploración de Júpiter de la NASA, la cual llegó a su destino en el año 2016.
Kathrin Barboza Marquez (Bolivia)
Los murciélagos son seres fascinantes, que inspiran tanto admiración como miedo. Y hay algunos biólogos que se aventuran hasta las selvas más remotas y las cuevas más oscuras en busca de ellos. Una de ellas es Kathrin, quien redescubrió en 2006, junto con Aidée Vargas el murciélago nariz de espada (Lonchorhina aurita), que no se había visto en la región desde 1932.
Actualmente, Karthrin estudia su doctorado en Ciencias Biológicas en España, y sigue especializándose en su campo, la bioacústica, el estudio de las señales acústicas que emiten los murciélagos.
Raquel Chan (Argentina)
En un mundo cambiante con profundos retos alimenticios, los estudios sobre agricultura son más que necesarios. Esta científica argentina lideró un equipo de trabajo que desarrolló una semilla muy resistente a la sequía y a la salinidad del suelo, a partir del girasol.
Raquel es directora del Centro Científico Tecnológico del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de la provincia Santa Fe, y en 2012 fue reconocida por el gobierno argentino, ya que su descubrimiento podría duplicar la productividad de cultivos como soja, trigo y maíz.
Herminia Pasantes Ordóñez (México)
Cuando Herminia hizo su examen para ingresar a la licenciatura, en los años cincuenta, un médico le sugirió que mejor estudiara en la Facultad de Filosofia y Letras, por ser mujer. Afortunadamente ella siguió el camino de la ciencia y fue fundadora del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM y pionera de la neuroquímica en México
Con más de 35 años como investigadora y docente, Herminia se dedica a desentrañar la química del cerebro, enfocándose en un aminoácido llamado taurina, que es un factor clave en aliviar los edemas (acumulación de líquido) en el cerebro.
Idelisa Bonelly (República Dominicana)
En la comunidad científica se le conoce como “la madre de la conservación marina en el Caribe”. Esta científica dominicana es presidenta de la Fundación Dominicana de Estudios Marinos, y ha sido reconocida por la ONU con el Premio Global 500 y por la UNESCO con la Medalla Curie.
En 1986, Idelisa ayudó a crear el Santuario de Ballenas Jorobadas del Banco de la Plata, el primero de su tipo en el Atlántico Norte para esta especie que está en peligro de extinción.