No sólo colorean con pinceladas blancas el azul de nuestros cielos y anuncian la llegada de las lluvias o incluso de la nieve. También permiten echar a volar nuestra imaginación. ¿Cuántos no nos acostamos alguna vez a intentar hallar forma a las nubes? Uno de los fenómenos más cotidianos del planeta tierra que nunca deja de maravillarnos por su diversidad y cambio.
Las nubes, como bien sabemos desde chicos, son masas suspendidas en la atmósfera, compuestas por micro gotas o cristales de agua. Forman parte de lo que conocemos como el ciclo hidrológico. Las nubes son producto de la condensación del agua cuando -por algún mecanismo- el aire húmedo sube y se enfría.
Es importante aclarar que las nubes no están hechas únicamente de vapor de agua como pudiera creerse, sino que además están constituidas por gotitas de agua y/o cristales de hielo que por su tamaño, forma y peso se encuentran suspendidas en el aire.
Para clasificar las nubes se usa un sistema internacional creado en 1803 por Luke Howard, un químico y meteorólogo aficionado inglés, que las dividió en cuatro grandes categorías según su forma: cirros, estratos, nimbos y cúmulos. El éxito de su método se basó en el uso del latín y su énfasis en la mutabilidad de las nubes, ya que su sistema considera varias categorías intermedias.
Cumuliformes (cúmulos)
Son una de las nubes más típicas de dibujar, con formas redondeadas como piezas de algodón separadas entre sí en el cielo, con puntas en forma de cúpula o torre. Cuando su desarrollo vertical es pequeño implican buen tiempo. Los cúmulos que crecen mucho pueden llegar a formar cumulonimbos. Son impresionantes e imponentes, y contienen agua en la base y hielo en la parte alta. Pueden provocar precipitaciones de todo tipo.
Estratiformes (estratos)
Los estratos son nubes que se encuentran estratificadas, formando niveles o estratos. Son extensas capas nubosas que traen, con frecuencia, lluvia. Dependiendo de su altura pueden ser altoestratos (un manto de color marcadamente gris que tiende a cubrir todo el cielo en áreas de gran tamaño), cirroestratos o nimboestratos (un capa densa de nubes oscuras y grises, son capaces de ocultar por completo el sol).
Nimbioformes (nimbos)
Son nubes de altura media que producen precipitación. Son de color gris oscuro y su base es irregular. Por lo general, la precipitación llega al suelo en forma de lluvia, granizo o nieve. Entre otras clasificaciones intermedias podemos mencionar lo ya citados cumulonimbos y nimbostratus, capaces de ocultar por completo el sol y traer precipitaciones en forma de lluvia.
Cirriformes (cirros)
Son nubes blancas muy elevadas. Adoptan forma de filamentos delgados, como si se tratara de cabello o fibras de algún tipo. Están formados en exclusiva por cristales de hielo. Dependiendo de sus formas podemos hablar de cirrocúmulos, si forman un tapiz o una capa blanca tupida sobre el cielo. También hay cirroestratos, que es un velo o tapiz más concentrado, adoptando la apariencia de un velo pálido y translúcido.
Fuente:
Ecología verde. Tipos de nubes.nombres, características y fotos