Cuando Itza nació, hace siete años, Cyntia entendió que debía actuar para hacer de este mundo un lugar mejor para su hija, un espacio en el que las niñas estuvieran jugando, no pariendo, donde sus derechos fueran respetados. Así surgió la asociación civil Matatena.
Cyntia Moncada, su presidenta, ha ido encontrando aliadas en su caminar: “Al inicio Matatena se enfocaba en la primera infancia, buscaba reconocer esta etapa como de las más importantes, en donde las niñas crecieran con todas sus necesidades satisfechas”.
Pero la historia cambió cuando llegó a Matatena el caso de un embarazo adolescente y descubrieron que debían hacer algo, no solo quedarse de brazos cruzados. Era una situación compleja. Había que entender los caminos a seguir y luchar por políticas públicas que ayudaran a encontrar una solución.
La tarea era clara: sensibilizar a la sociedad, acompañar a niñas y adolescentes en este proceso y entender que sus derechos son vulnerados: “Encontramos que hay una falta de acompañamiento, una falta de red de apoyo para ellas, que hay prejuicios y revictimización”.
Niñas, no madres
Matatena se convirtió en un espacio donde no solo se alza la voz y se acompaña a las menores en este proceso; ellas deberían estar jugando, no pariendo. A Cyntia se unieron abogadas, psicólogas y voluntarias que han encontrado en la causa una forma de ayudar.
Además del acompañamiento, de los talleres, asesorías, conferencias y charlas que ofrecen, en Matatena cada año organizan colectas para reunir el mayor número de pañales y donarlos a quienes lo necesitan.
La concientización sobre el embarazo adolescente ha llevado a Matatena a las aulas, a compartir sobre esta realidad y en la cual hay mucho por hacer.
“Para empezar, los embarazos de 14 años son considerados violaciones en el Código Penal, no puede ser que una niña de 15 años tenga una pareja de 40 años, tenemos que incidir en ellos, hemos encontrado que las mujeres de 10 a 19 años son las que más sufren violencia sexual”, contó Moncada.
Por ello, considera que es importante hablar sobre lo que pasa, que la intuición ante una situación desconocida o nueva es la mejor guía, si no se sienten cómodas en una situación, deben decirlo, no callarse.
Las niñas: más vulnerables en pandemia
La presidenta de Matatena da clases en secundaria, comparte que ahora hay menor resistencia a estos temas incluyendo a la interrupción ilegal del embarazo; las niñas merecen una educación que les permita aprender lo que en casa quizás no van a recibir.
En la pandemia, detectaron que aumentaron la violencia sexual y los embarazos adolescentes; el encierro dejó a niñas y adolescentes sin información sobre métodos anticonceptivos.
El Sector Salud, dice, atendió el Covid, pero dejó vulnerables a las niñas, las dejó desprotegidas en casa con sus agresores, lo que queremos es más educación sexual y que se respeten los derechos de ellas.
En la actualidad trabajan en el segundo informe sobre embarazo infantil y adolescente, donde ofrezcan no solo datos, sino soluciones que incluyan a todos los sectores de la sociedad.
Más allá de la burbuja
El aprendizaje ha sido constante: “Partimos de desinformación, de prejuicios, de romper cosas con las que yo creía, ver la realidad más allá de la burbuja, nos toca estar ahí, aprender, acompañar, escuchar sobre sus problemas, sus miedos y la violencia, cambiar la percepción, sobre cómo podemos mejorar su calidad de vida”.
La principal virtud para aprender es la humildad, tener un corazón abierto y un cuerpo dispuesto para actuar, entender que hay mujeres diversas, promover sus derechos, salir desde el privilegio, guiándose con el corazón.
Próximas actividades:
*Participarán en la marcha feminista donde expondrán temas sobre el embarazo infantil y adolescente; hablarán sobre la norma 046, sobre la violencia familiar, sexual y contra las mujeres, la interrupción legal del embarazo, entre otros temas.
*Acudirán a Castaños el 13 de marzo para participar en la realización de un mural comunitario con el tema “Niñas jugando no pariendo”. La pintora Natalia Alejandrina Blanco hizo el boceto.