Inventó una de las primeras calculadoras, la prensa hidráulica y la jeringa. Pero también se interesó por la naturaleza humana y la religión. Un día como hoy nació en Francia.
Por: Laura Puentes
Nadie imaginaba que aquel niño nacido el 19 de junio de 1623 en el seno de una familia noble de Clermont (hoy en día Clermont-Ferrand) en la zona de Auvernia, del Macizo Central francés, se convertiría en una de las mentes más prodigiosas del mundo.
A esa pequeña criatura la llamaron, Blaise Pascal. Hijo de Étienne Pascal, un jurista en París, y de Antoinette Begon, quien provenía de una familia burguesa de comerciantes acomodados. Blaise, tenía dos hermanas, Gilberte y Jaqueline, con las cuales compartió su vida desde pequeño, pues su madre murió cuando él tenía tres años.
Todos se daban cuenta que aquel niño tenía una mente muy diferente a los demás, destacaba su habilidad y destrezas, superiores a las de otros niños de su edad. Cosa que su padre veía en él.
En 1640, su padre fue nombrado Comisario Real y jefe de la recaudación de impuestos para Normandía con asiento en Ruan, así que tuvieron que cambiar de residencia. Fue entonces que Blaise Pascal comenzó a realizar cosas extraordinarias.
Una de las primeras calculadoras
Para 1642, Pascal tenía apenas 19 años e inventó para él la roue pascaline, «rueda de pascal» o Pascalina, considerada como una de las calculadoras más antiguas. Inicialmente solo permitía realizar sumas, pero en el curso de los diez años siguientes añadió mejoras, siendo finalmente capaz de hacer restas.
Pero, esto apenas era el comienzo de muchos aportes más que hizo Blaise Pascal a diferentes áreas, como las matemáticas, la física y la filosofía.
Fue para el año de 1653 que Pascal, en su Traité du triangle arithmétique (“Tratado sobre el triángulo aritmético”), describió una conveniente presentación tabular para coeficientes binomiales, ahora llamada triángulo de Pascal. El cual está relacionado con la suma de potencias.
Dinámica de fluidos
Pero, para Pascal los campos del estudio eran tan amplios y fascinantes que también aportó a la hidrodinámica e hidrostática se centró en los principios de los fluidos hidráulicos.
Sus inventos incluyen la prensa hidráulica (que usa presión hidráulica para multiplicar la fuerza) y la jeringa. Él demostró que la presión hidrostática no depende del peso del fluido sino de la diferencia de elevación.
Derivado de todos estos estudios la unidad de presión “pascal” lleva su nombre en honor a sus contribuciones estas áreas y sus experimentos de la presión y el vacío con un barómetro.
Aportes a la filosofía
Aunque las ciencias exactas habían sido parte de su vida desde muy pequeño, Pascal se dedicó también a la filosofía y a la teología, donde aportó grandes escritos como: Lettres provinciales (1657) y Pensées (1670), donde habla de la naturaleza humana y la debilidad del hombre.
Pascal lo pensó como un “caña débil”, pero también una “caña que piensa” gracias a la razón. Pero ésta por sí sola se enreda en una maraña de inteligibilidad, siendo imposible probar la existencia de Dios, la inmortalidad del alma o el sentido de la vida.
Pascal es considerado como un precursor del existencialismo, por sus temas como la responsabilidad individual su apuesta monoteísta y la crítica del racionalismo.
Murió siendo muy joven, tenía 39 años cuando, el 19 de agosto de 1662, falleció a consecuencia de un cáncer de estómago. Siglos después sus aportaciones a la ciencia todavía son tema de estudio en diferentes niveles de la educación mundial.