Está técnica puede ser una alternativa valiosa para personas que no pueden masticar algunos alimentos, como los adultos mayores.
¿Qué pensarías si tu próxima cena no estuviera preparada en una cocina, con la ayuda de sartenes, hornos o comales, sino en una impresora 3D? Este es un futuro viable gracias al trabajo de investigadores mexicanos del estado de Jalisco, que han estado experimentando con betún y chocolate.
De entrada la idea de alimentos preparados con cartuchos e impresoras 3D no suena muy atractiva, pero es una alternativa que puede ser valiosa para personas que no pueden masticar algunos alimentos, como los adultos mayores. Con este recurso se pueden crear alimentos blandos que conserven sus propiedades originales e incluso estar adicionados con probióticos para ayudar a la salud intestinal.
Este proyecto está a cargo de la doctora Zaira Yunuen García Carvajal, del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (Ciatej), en colaboración con la empresa Interlatin Colibrí 3D.
El proceso que siguen es el mismo que se utiliza con una impresión común en 3D: se modela la figura deseada en un software y luego se manda a imprimir. La diferencia es que el cartucho, en vez de plástico, contiene un material comestible. La meta es que a corto plazo se pueda trabajar con alimentos como mole, guacamole, gelatinas y masa para hot cakes.
¿Te animarías a probar comida impresa en 3D?